Congela los gastos del frigorífico
La nevera es el electrodoméstico que más consume de todo el hogar - supone el 20% de la factura de electricidad. Con esta lista de consejos, no sólo reducirás el gasto a fin de mes, sino que también alargarás la vida de este aparato.
La colocación ideal: A ser posible sitúa el frigorífico alejado de fuentes de calor: horno, ventana donde entra el sol directo, radiadores, etc.
Decide qué vas a coger: Cada vez que abres la puerta de la nevera, se escapa hasta una tercera parte del aire frío de su interior. ¡Piensa bien lo que necesitas!
Con líquidos en su interior, enfría más: Una nevera llena hasta topes de botellas de agua , latas de refrescos, zumos y leche en tetrabrick , por ejemplo, retiene mejor el frío que si está llena de aire. No es cierto que las nevera gasten más energia por contener muchos alimentos, sino ¡todo lo contrario!
Aprovecha el frío de los congelados: En verano, el mejor lugar para descongelar los alimentos es el interior de la nevera. No sólo porque a temperatura ambiente hay un alto riesgo de que el alimento sufra el ataque de los gérmenes, sino porque aportarán frío al frigorífico a coste cero.
No introduzcas comidas calientes: Efecto contrario tiene introducir comidas calientes en la nevera. Aunque no perjudica el funcionamiento de la misma, aumenta la temperatura de su interior. Ahorrarás energía si dejas enfriar tus platos antes de refrigerarlos.
Buen mantenimiento: Chequea que las puertas de la nevera cierren de forma hermética y, en caso de que se forme escarcha o hielo en el congelador, retiralo antes de que supere los 3 milimetros de grosor. Así se consiguen ahorros energéticos de hasta el 30%.
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